martes, 7 de noviembre de 2023

Ansiedad VS Motivación: el estado de fluidez

En 2022 toqué fondo, en lo que a motivación se refiere.

Cuando mi jefe de entonces me preguntó por qué quería dejar el proyecto en el que trabajaba como Project Manager, me di cuenta de que mi situación se explicaba sola si te parabas a pensar en los 3 elementos de la motivación: falta de autonomía, falta de dominio, falta de finalidad.

A raíz del análisis de mi propia desmotivación empecé a analizar a las personas de mi equipo con ese mismo enfoque. Los momentos en los que había detectado (o directamente me lo habían compartido) la desmotivación, casi siempre se debía a la falta de dominio.

Decidí retroceder más en el tiempo y recordé otros equipos con los que había trabajado: otra vez la falta de dominio había sido la principal causa de frustración y desmotivación.

Y llegué a 2011, el año en el que pasé por una baja por ansiedad, provocada por la situación en el trabajo. Aunque en su día no llegué a saber por qué me pasó. Lo que conseguí con terapia fue exculparme. Ellos me pedían, me pedían y me pedían y yo hacia lo que podía, pero no era suficiente. 

Cuando lo que te piden esta muy arriba y tus conocimientos muy abajo, aparece la ansiedad.

Ahora lo sé. Mihály Csíkszentmihályi lo supo hace tiempo y lo reflejó en una gráfica como esta:

BLUELOCK 13


Existe una relación entre el reto que nos supone la tarea a la que nos enfrentamos y nuestro nivel de conocimientos. Si el reto es muy sencillo respecto a nuestros conocimientos, caemos en el aburrimiento. Si hay un equilibrio, entramos en la zona de máximo rendimiento, el estado de fluidez. Pero si el reto es demasiado complicado respecto a los conocimientos que tenemos, caeremos en la ansiedad.
Ahí estaba yo en 2011.

Hay ciertos momentos en los que puede ser "normal" o podemos aceptar estar en un estado de ansiedad. Por ejemplo cuando empezamos en un sitio nuevo: un proyecto nuevo, un entorno nuevo, una tecnología nueva... Lo asumimos como normal porque estamos en un periodo de aprendizaje.

Pero qué ocurre cuando pasa el tiempo y ese aprendizaje no avanza. Cuando el nivel de nuestras habilidades no termina de subir lo suficiente como para entrar en la zona de fluidez. Entonces aparece la frustración y la desmotivación.

Primera ley del dominio: el dominio es un estado mental

Desde que empecé a trabajar con equipos, la ausencia del dominio ha sido algo que desmotiva a las personas. Normalmente, generalizando, las personas se daban 2-3 meses para llegar al mínimo nivel de dominio, o MML, que les permitía seguir motivados. Y si en ese tiempo no lo conseguían, entonces llegaba la frustración y la desmotivación. 

El tener que pedir ayuda a cada paso que das, el no ser capaz de resolver los problemas por ti mismo, proyectos con curvas de aprendizaje larguísimas... todo ello hace que la motivación caiga por esa ausencia del dominio. La gestión de la frustración es complicada y lo digo después de lidiar con ella muchos años.

Pero es que además, si permanecemos en la zona de ansiedad demasiado tiempo... acabas teniendo un problema. Y entonces llega la solución del siglo XXI, tomar ansiolíticos. Y si tienes suerte acabas de baja y en terapia.
Porque, seamos sinceros, esto en el mundo del software pasa. Casi todo el mundo conoce a alguien que ha tomado ansiolíticos, o que ha estado de baja directamente.

Ya veis las consecuencias terribles que puede tener un mal sistema de incorporación a un nuevo proyecto, un mal sistema de enseñanza, un mal sistema de aprendizaje.


Dicho esto, hace un tiempo tuve una revelación mientras leía el manga Bluelock. ¡Existen herramientas que nos pueden ayudar a enfrentarnos a ese camino hacia el dominio! ¡No todo está perdido! 
Pero eso os lo cuento otro día :-)

#thisistheway





1 comentario:

Cg dijo...

naturopatamadrid
Conocerse es desvelar capítulos internos. Emprender terapias es tejido de autodescubrimiento, un viaje íntimo que transforma cicatrices en alas, iluminando el sendero hacia una versión más plena y auténtica de uno mismo.